Cartilago nariz se deforma

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Causas de la deformidad de la nariz en silla de montar

Presentamos un caso de corrección quirúrgica de una deformidad nasal en silla de montar, causante de graves restricciones ventilatorias, en un hombre de 42 años diagnosticado de policondritis recidivante. La policondritis recidivante es un trastorno autoinmune en el que los anticuerpos contra el colágeno de tipo II provocan una destrucción inflamatoria del cartílago. Si está afectado el cartílago septal de la nariz, la destrucción provoca el colapso del dorso nasal, causando una deformidad en silla de montar. Los pacientes sufren un trastorno de la ventilación de grado variable en función de la respuesta al tratamiento inmunosupresor o del inicio de éste. En el paciente descrito, la destrucción del tabique nasal, sumada a la inestabilidad del cartílago traqueal, provocó una restricción grave de la ventilación, con colapso total de las válvulas nasales internas durante la inspiración forzada. Para mejorar la función de las vías respiratorias externas, el paciente se sometió a una intervención quirúrgica para reconstruir el tabique nasal. Aunque los injertos de cartílago son el estado del arte para reconstruir el tabique nasal, utilizamos un injerto óseo de la cresta ilíaca, porque la policondritis autoinmune excluye el injerto de cartílago debido a la destrucción esperada del cartílago. En el seguimiento a los 2 años del postoperatorio no se observaron signos de reabsorción ósea ni deterioro de la vía aérea mejorada. Concluimos que el uso de injertos óseos es un método prometedor para restaurar y mejorar los trastornos de la ventilación causados por una deformidad de la nariz en silla de montar en la policondritis recidivante.

¿Por qué el cartílago de mi nariz es irregular?

Un tabique desviado se produce cuando el tabique, el cartílago y el hueso que separan la cavidad nasal, está descentrado. Algunas personas nacen con el tabique desviado. En otras, la causa es una lesión nasal. Un tabique muy desviado puede causar problemas respiratorios, congestión y dolores de cabeza.

¿Qué causa la deformación de la nariz?

Las deformidades nasales pueden ser congénitas (de nacimiento) o deberse a lesiones u otros traumatismos, intervenciones quirúrgicas previas, envejecimiento o diversas afecciones médicas. Las afecciones médicas más comunes que provocan cambios en la estructura nasal son: Pólipos o tumores nasales.

¿Cómo se arreglan los cartílagos de la nariz?

Cómo tratar la rotura del cartílago de la nariz. Una nariz rota puede tratarse con una rinoplastia o una septorrinoplastia. La rinoplastia realinea la nariz, mientras que la septorrinoplastia repara el tabique nasal. Estas cirugías suelen realizarse unos días después de la lesión para dar tiempo a que disminuya la inflamación.

Tabique desviado

Las deformidades nasales son anomalías en la forma y/o función de la nariz. Son relativamente frecuentes y muchas son simplemente cuestiones estéticas que no causan síntomas, aunque muchos pacientes están descontentos con su aspecto debido a la forma de su nariz. Sin embargo, en algunos casos, las deformidades nasales pueden causar dificultad para respirar y puede ser necesario un tratamiento para mejorar la funcionalidad.

Aunque una deformidad nasal puede causar problemas respiratorios, no es una malformación grave que afecte a su vida diaria. Sin embargo, si la respiración es difícil de forma continuada, puede provocar apnea del sueño y un sueño de mala calidad. Tanto los problemas respiratorios como la estética suelen empeorar con la edad.

El especialista realizará un examen del interior y el exterior de la nariz. Para el examen interno se utiliza un fibroscopio (una cámara unida a una fibra óptica flexible). Este aparato permite al especialista ver si existe una obstrucción mecánica o si la nariz se colapsa al inspirar.

Este examen permite diagnosticar los problemas estéticos y funcionales. A continuación, el especialista discutirá con usted los aspectos que deben tratarse, las técnicas quirúrgicas que deben aplicarse y el enfoque que deben adoptar.

Causas de la deformidad de la nariz

La nariz en silla de montar es una afección asociada a traumatismos nasales, sífilis congénita, policondritis recidivante, granulomatosis con poliangeítis, abuso de cocaína y lepra, entre otras afecciones.[1] La causa más común es el traumatismo nasal. Se caracteriza por una pérdida de altura de la nariz, debido al colapso del puente. El dorso nasal deprimido puede afectar a componentes óseos, cartilaginosos o tanto óseos como cartilaginosos del dorso nasal.

Normalmente se puede corregir con una rinoplastia de aumento[2] rellenando el dorso nasal con cartílago, hueso o implante sintético. Si la depresión es sólo cartilaginosa, se toma cartílago del tabique nasal o del pabellón auricular y se coloca en una o varias capas. Si la deformidad afecta tanto al cartílago como al hueso, el hueso esponjoso de la cresta ilíaca es el mejor sustituto. Se prefieren los autoinjertos a los aloinjertos. La deformidad de la silla de montar también puede corregirse mediante implantes sintéticos de teflón o silicona, pero es probable que se extruyan[cita requerida][3].

Deformidad de la nariz en silla de montar

Aunque no es tan frecuente, la septoplastia conlleva el riesgo de inducir deformidades nasales como la nariz en silla de montar y la nariz desviada. La corrección quirúrgica de estas deformidades es una tarea formidable, ya que la estructura del cartílago septal ya estaba debilitada por la intervención anterior. Este estudio se diseñó para examinar diversas causas y técnicas eficaces de rinoplastia para la corrección de las deformidades nasales tras una septoplastia.

Los sujetos fueron 19 pacientes que desarrollaron deformidades nasales tras una septoplastia. Dos cirujanos rinoplásticos analizaron fotografías pre y postoperatorias. Se realizaron mediciones antropométricas de la nariz externa antes y después de la cirugía utilizando fotografías frontales y laterales para evaluar objetivamente los resultados.

El análisis intraoperatorio demostró que 5 pacientes tenían pilares en L débiles y 13 pacientes tenían tabiques caudales desplazados. En 13 casos se reconstruyó el tabique con cartílago costal. Se realizaron injertos de extensión en 13 pacientes e injertos de extensión septal caudal en 10 pacientes. Todos los pacientes excepto 1 obtuvieron resultados funcionales y estéticos satisfactorios. En el grupo de nariz en silla de montar, mejoraron significativamente todos los parámetros excepto el ángulo nasolabial. En el grupo de nariz desviada, los ángulos desviados curvos se corrigieron por completo, mientras que el ángulo desviado lineal no se corrigió.